Se distinguen
ocho grupos a la hora de catalogar los distintos contaminantes que el agua
puede presentar y que son nocivos tanto para el ser humano como para otros
seres vivos:
1. Microorganismos
patógenos:
Son
los diferentes tipos de bacterias, virus, protozoos y otros
organismos que transmiten enfermedades como el cólera, tifus,
gastroenteritis diversas, hepatitis, etc. En los países en vías de desarrollo
las enfermedades producidas por estos patógenos son uno de los motivos más
importantes de muerte prematura, sobre todo de niños.
Normalmente
estos microbios llegan al agua en las heces y otros restos orgánicos que
producen las personas infectadas. Por esto, un buen índice para medir la
salubridad de las aguas, en lo que se refiere a estos microorganismos, es el
número de bacterias coliformes presentes en el agua. La
OMS (Organización
Mundial de la
Salud ) recomienda que en el agua para beber
haya 0 colonias de coliformes por 100 ml de agua.
2.Desechos orgánicos:
Son el
conjunto de residuos orgánicos producidos por los seres humanos, ganado, etc.
Incluyen heces y otros materiales que pueden ser descompuestos por bacterias
aeróbicas, es decir en procesos con consumo de oxígeno. Cuando este tipo de
desechos se encuentran en exceso, la proliferación de bacterias agota el
oxígeno, y ya no pueden vivir en estas aguas peces y otros seres vivos que
necesitan oxígeno. Buenos índices para medir la contaminación por desechos
orgánicos son la cantidad de oxígeno disuelto en agua, o
la DBO (Demanda Biológica de Oxígeno).
3. Sustancias químicas inorgánicas:
En este grupo
están incluidos ácidos, sales y metales tóxicos como
el mercurio y el plomo. Si están en cantidades altas pueden causar graves daños
a los seres vivos, disminuir los rendimientos agrícolas y corroer los equipos
que se usan para trabajar con el agua.
4. Nutrientes
vegetales inorgánicos:
Nitratos y fosfatos son
sustancias solubles en agua que las plantas necesitan para su desarrollo, pero
si se encuentran en cantidad excesiva inducen el crecimiento desmesurado de
algas y otros organismos provocando la eutrofización de las aguas.
Cuando estas algas y otros vegetales mueren, al ser descompuestos por los
microorganismos, se agota el oxígeno y se hace imposible la vida de otros seres
vivos. El resultado es un agua maloliente e inutilizable.
5. Compuestos orgánicos:
Muchas
moléculas orgánicas como petróleo, gasolina, plásticos, plaguicidas, disolventes, detergentes,
etc. acaban en el agua y permanecen, en algunos casos, largos períodos de
tiempo, porque, al ser productos fabricados por el hombre, tienen estructuras
moleculares complejas difíciles de degradar por los microorganismos.
6. Sedimentos y materiales
suspendidos:
Muchas
partículas arrancadas del suelo y arrastradas a las aguas, junto con
otros materiales que hay en suspensión en las aguas, son, en términos de masa
total, la mayor fuente de contaminación del agua. La turbidez que provocan en
el agua dificulta la vida de algunos organismos, y los sedimentos que se van
acumulando destruyen sitios de alimentación o desove de los peces, rellenan
lagos o pantanos y obstruyen canales, rías y puertos.
7. Sustancias radiactivas:
Isótopos radiactivos
solubles pueden estar presentes en el agua y, a veces, se pueden ir acumulando
a los largo de las cadenas tróficas, alcanzando concentraciones
considerablemente más altas en algunos tejidos vivos que las que tenían en el
agua.
8. Contaminación térmica:
El agua
caliente liberada por centrales de energía o procesos industriales eleva, en
ocasiones, la temperatura de ríos o embalses con lo que disminuye su capacidad
de contener oxígeno y afecta a la vida de los organismos.
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