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litros de agua por día es lo que precisa cada ser humano para asegurar sus
necesidades básicas, para beber, cocinar e higiene. Sin embargo 1 de cada
6 personas en el Mundo (894 millones) no tiene acceso a un bien tan
necesario como el agua.
Males
como la diarrea, tan fáciles de curar en países desarrollados, es una de las
principales causas de muerte en cifras globales. El 88% de los casos de muerte
por diarrea se deben a la falta de acceso a fuentes de agua limpias, escasez de
agua para la higiene y por deshidratación.
Actualmente
2,5 billones de personas, incluyendo casi 1 billón de niños vive sin tan
siquiera los procesos básicos de higiene debido a la falta de agua. Se calcula
que cada 20 segundos muere un niño debido a esta causa. Un proceso tan
sencillo como lavarse las manos con jabón podría reducir las muertes por
diarrea en un 47%.
En
zonas como África Subsahariana el tratamiento de la diarrea supone más del 12%
del presupuesto sanitario.
Los
ríos, lagos, humedales y arroyos son las principales fuentes de agua dulce. La
población a través del tiempo se ha establecido cerca de éstos debido a su gran
importancia vital. Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el ser
humano hoy en día es la idea de la escasez de agua, y de que algún día este
recurso se acabe, puesto que los suministros de agua son limitados, y la
contaminación es una amenaza constante.
A
medida que crece la población, aumenta el número de países que confrontan
condiciones de escasez de agua. Se dice que un país experimenta tensión
hídrica cuando el suministro anual de agua desciende a menos de 1.700
metros cúbicos por persona. Cuando desciende a niveles de 1.700
a 1.000 metros cúbicos por persona, pueden preverse situaciones de
escasez periódica o limitada de agua. Cuando los suministros anuales de agua
bajan a menos de 1.000 metros cúbicos por persona, el país
enfrenta escasez de agua. Una vez que un país experimenta esa situación,
puede esperar una escasez crónica que amenace la producción de alimentos,
obstaculice el desarrollo económico y dañe los ecosistemas. Según INFO, hay 50
países que ya enfrentan escasez de agua; algunos de ellos son Irak, Angola,
Costa de Marfil, Egipto, Somalia, Madagascar, Jordania, Afganistán, Túnez y
Kuwait.
Causas
de la escasez de agua
-Aumento
de la población mundial:
Si
la cantidad de habitantes del mundo sigue aumentando (se estima que pasaremos
de ser 6.000 millones a 8.900 millones para 2050), se necesitará más agua
para alimentarla. El incremento en la demanda de agua dulce a nivel mundial
también se debe al aumento del desarrollo tecnológico, (compañías dedicadas a
esta sección muchas veces cuentan con suministros singulares e independientes
de agua), la urbanización masiva, y los altos niveles de vida (un kilo de carne
de una vaca que se alimenta con granos necesita al menos 15 metros cúbicos.
-Calentamiento
global:
Las
sequías y la progresiva falta de lluvias en distintas zonas del planeta,
especialmente en África subsahariana, están haciendo que los ríos de régimen
pluvial disminuyan sus caudales, que lagos, lagunas y embalses disminuyan sus
niveles y que a la larga se arruinen los suelos destinados a cultivos. Esto es
especialmente grave para poblaciones que ven en la lluvia su principal fuente
de agua dulce. Y, al revés, abundantes precipitaciones en zonas no preparadas
para ello, además de causar inundaciones, hacen que toda esa agua caída no
pueda ser aprovechada. A eso podemos agregar que el aumento en la temperatura
del planeta está provocando el derretimiento de glaciares y hielos, que
concentran el 70% del agua dulce del planeta.
-Progresivo deterioro de la calidad del agua dulce:
La
falta de fondos para proveer a las poblaciones de fuentes permanentes de agua
potable, un tema que a ojos de los especialistas se ha descuidado mucho y cuyas
magnitudes no son conocidas en algunos países.
Donde más se ve este factor es en el sector de la agricultura, pues el 69%
del agua que se utiliza en la actualidad en el mundo está destinada a ella.
El 23% lo utiliza la industria y el 8% restante va hacia el uso
doméstico. El problema se halla en que los productos químicos que se usan como
fertilizantes llegan hasta las aguas subterráneas, también llamadas freáticas.
Estas aguas son de vital importancia porque son una fuente de agua para beber y
para el riego agrícola. Sin embargo, es fácil de agotar o contaminar porque se
renueva muy lentamente. Cuando el agua freática llega a contaminarse no puede
depurarse por sí misma, como el agua superficial tiende a hacerlo, debido a que
los flujos de agua freática son lentos. Estas aguas subterráneas se encuentran
sólo a escasos metros del suelo, por lo tanto, cuando en una plantación se
aplican fertilizantes, éstos toman poco tiempo en llegar hasta las fuentes. Lo
mismo sucede en el caso de la basura. Los líquidos tóxicos que emanan de la
basura debido a su descomposición llegan hasta las capas subterráneas. Aunque
toma más tiempo que los fertilizantes, el daño es el mismo.
Además,
estas aguas subterráneas están sufriendo una baja velocidad de renovación.
Aunque parezca extraño, el crecimiento de las zonas urbanas afecta a las
provisiones de agua dulce, y no sólo por el crecimiento de la población. Cuando
llueve, el suelo pavimentado impide la absorción del agua y que así llegue a
las capas subterráneas. Ese líquido se estanca o se acumula en lugares poco
aptos donde, en el peor de los casos, puede contaminarse.
Iniciativas
contra la escasez de agua
El
problema de la escasez de agua dulce no se terminará en un plazo corto. Sólo es
crear conciencia entre la ciudadanía para que así el recurso pueda mantenerse
limpio de manera que se pueda utilizar. Se aconseja racionar el agua que se use
en todo ámbito: doméstico, agrícola (con sistemas de riego que no exijan muchos
recursos) e industrial. Algunos países incluso están tratando el agua
desechada, para hacerla potable otra vez.
Organismos
implicados:
-El
Consejo Mundial del Agua (CMA)
-La UNESCO tiene también
un Programa Hidrológico Internacional
-La ONU celebra cada 22 de
marzo el Día Mundial del Agua